sábado, 28 de mayo de 2011

¡Con dos pares!

Ver que un funcionario político elegido por el pueblo da una orden para que un funcionario técnico sin miramientos la ejecute enviando a otros funcionarios obreros a apalear al pueblo al que se supone sirven, protegen y que paga sus sueldos con los impuestos a su trabajo (que también pagan ellos y parte de los cuales dilapidan y latrocinan quienes les dan las órdenes) no es nada nuevo.
Pero que encima lo hagan con extrema violencia, por sus huevos, sin mediar provocación, cuando se trata de una protesta pacífica con motivos detrás suficientes, no para iniciar una provocación sino para muchísimo más y que sin embargo se esta llevando a cabo en medio del más absoluto respeto y educación, reivindicando la propia dignidad del funcionario que les ataca, es para colmar dos vasos. Y estoy seguro de que se contendrá el rencor a su actuación como se contuvo ese mismo día en toda España.

El pueblo se echo a la calle en su apoyo y trato de hacer valer el compromiso que como ciudadanos funcionarios tienen con el pueblo del que forman parte.
Sí, se les exigió sin palabras renovar en público ese compromiso y se negaron por miedo. El miedo que no esgrimen cuando sueltan sus frustraciones, o quizá también indignación, contra quien no deben.
Porque no es contra los acampados contra quien deben sacar sus armas sino contra quien les da ese tipo de órdenes. Contra quien con toda seguridad les abriría un expediente por el simple hecho de coger una flor ofrecida por otro ciudadano que lucha por sus derechos.

Lo que el pueblo les dijo entonces es poco: Ni se os quiere ni se os necesita.
Quien en lugar de hacer su trabajo que es defender y apoyar al pueblo ante la injusticia, niega la esencia misma de la Constutución, la democracia y la ley, no merece el respeto del pueblo.
Entiendo el temor a un jefe y a pensar que tener un trabajo sin problemas es algo realmente raro en la actualidad, como entiendo que un obrero trage por el mismo motivo con un pseudoempresario aunque no lo comparto. Pero resulta que en este caso "ellos son la empresa, son parte del pueblo" y deberían tenerlo claro ya a estas alturas si esto fuera realmente una democracia. Porque realmente sus jefes solo son simples interlocutores con el verdadero poder. El que nadie hemos votado y "queremos botar".

"Creo en el Amor de quien ofrece una flor, blanca fruta o solo agua"
(Bhagavad-Gita)

Igual que ignoraron al pueblo, el pueblo les ignoró, pasó ante ellos y rodeo simbólicamente la sede de la delegación de gobierno, haciendo valer su derecho y tomando posesión de lo que es suyo.
Zaragoza, 27 de mayo de 2011. Como en el resto de España. Y no es solo lo que ví sino lo que sentí que ocurrió. De nuevo esa magia estuvo presente.

Shallakkazham

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