sábado, 30 de agosto de 2014

Un destino para tod@s

Educar personas es educar naciones y en el mundo hacen falta naciones cuya deriva apueste por la convivencia pacífica de la humanidad. Los conflictos se solucionan con reflexión, transparencia, confianza y generosidad. Sin protagonismos.
Ninguna nación tiene derecho a imponer un destino a otra y sí el deber de ayudar a que el resto pueda encontrar su propio camino en la dirección que trace el corazón de sus habitantes. Tod@s por igual.

Porque al final, tod@s tenemos el mismo destino en ese lugar dónde se hallan ya las grandes mentes, antes incluso de partir. Comprender su pensamiento es todo un ejercicio de civilización y de renuncia a la ambición de lujos tan efímeros como costosos para el conjunto del planeta.
El Ser humano es un animal de costumbres arraigadas y a veces irracionales pero cambiarlas es posible. Solo hay que hacer el esfuerzo de solucionar los propios conflictos aunque para eso haya que forzar nuestro pensamiento a funcionar de otra manera... o simplemente, repensar cada conflicto en particular con voluntad de resolución, llegando a ese punto que armoniza con todo y tod@s.


(2014 agosto 29 - conato de enfrenamiento vecinal por la supresión del toro de ronda 
y protesta antitaurina, durante las fiestas del barrio de Miralbueno en Zaragoza, 
a iniciativa los movimientos animalistas)

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Quizá debamos repensar la protesta, sacarla de arquetipos que no aportan solución y dar otra alternativa a quienes tenemos enfrente, brindándoles un lugar en la mente que aplaque todas las iras, las suyas y las nuestras. Podemos pensar juntos, sin exclusiones, compartiendo nuestra verdad con otro tipo de lenguaje.

Mohandas Gandhi, expresó este proceso de forma muy simple. Tan simple y tan complicado a la vez como pueda ser enseñar a pensar a tu hij@ a "ser consciente" de dónde está y a dónde quiere llegar. Porque el destino de un sólo niño puede ser el destino de tod@s, como tantas veces nos enseñó la Historia.

Cuida tus pensamientos
porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras
porque se transformarán en actos.
Cuida tus actos
porque se harán costumbre.
Cuida tus costumbres
porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter
porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida.

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Compartamos sin temor lo que nos une y cambiemos lo que nos separa. Forjemos esa costumbre hasta hacer una nueva tradición. Podemos.



Chema Herrera